Desde que es bebé, aunque aún no tenga dientes, debemos pasar una gasa con agua por las encías, de manera que mantengamos limpia la cavidad bucal.

Cuando las piezas comienzan a salir, se podrá sustituir la gasa por un cepillo infantil, sin pasta. De esta manera limpiaremos la boca e iremos introduciendo hábitos de higiene a los más pequeños.