En ambos casos, tanto fijo como removible, la higiene es fundamental para la correcta evolución del tratamiento.

  • En prótesis fija, el cepillado (como si de dientes naturales se tratase) es fundamental para asegurar que los tejidos de alrededor de la prótesis se mantienen sanos. Además, en muchos casos, se recomendará la utilización de un irrigador para realizar una higiene más exhaustiva de la zona.
  • En prótesis removible, todas las noches, el paciente deberá retirarse la prótesis para limpiarla y desinfectarla.

En ambos casos, las revisiones con el odontólogo para ver la evolución del tratamiento serán fundamentales.