Los implantes dentales están fabricados en titanio quirúrgico, material que ha demostrado ser biocompatible, bioinerte, estable y con capacidad de integrarse con el hueso. Por ello, cuando un implante fracasa en ningún caso será porque el cuerpo lo rechace sino por causas externas. Según la literatura, solo el 2% de implantes fracasan. Entre las causas más comunes de estos rechazos se encuentran:

  • El consumo de tabaco.
  • Los procesos infecciosos, debido a una infección bacteriana alrededor del implante.
  • La falta de higiene, que será clave tras el tratamiento de implantes
  • Alteración en el proceso de cicatrización. Por características del paciente, hábitos, problemas de salud,…
  • Sobrecargas en los implantes antes de que se hayan osteointegrado.

En este caso donde el implante haya fracasado, el especialista tomará las medidas necesarias para solucionar la pérdida del implante